En los despachos del París Saint-Germain, una sombra de incertidumbre se cierne sobre la adquisición de Ousmane Dembelé. A pesar de su indiscutible talento, el rendimiento del delantero francés ha generado preocupación entre los dirigentes, quienes esperaban más de él en su primera temporada. Desde luego a día de hoy se puede decir que Dembelé no termina de convencer.
Desde luego a día de hoy se puede decir que Dembelé no termina de convencer.
Dembelé ha participado en 23 partidos, registrando un gol y ofreciendo 8 asistencias. Sin embargo, estas cifras, aunque respetables, no cumplen con las expectativas del club, que busca mantenerse en la cima del fútbol europeo. La inversión realizada en Dembelé se enfrenta ahora a un escrutinio más profundo, cuestionando si la cantidad desembolsada (50 millones de euros) fue justificada en relación con su rendimiento en el campo.
La situación se complica aún más con la desilusión palpable entre los aficionados del PSG, quienes, tras la partida de Neymar y Messi en temporadas anteriores, esperaban que Dembelé asumiera un papel más destacado en la ofensiva del equipo. Además, los persistentes rumores sobre la posible transferencia de Kylian Mbappé al Real Madrid han dejado a la afición con una sensación de inseguridad respecto al futuro del club.
En este contexto, la duda sobre las posibilidades reales del PSG en la Champions League crecen tras cada partido. La competición europea se presenta como un desafío monumental, y muchos se preguntan si Dembelé será capaz de desempeñar un papel crucial en el camino hacia el éxito en esta prestigiosa liga. De momento parece que no, de momento Dembelé no termina de convencer a nadie.
Luis Enrique tiene ante si el marrón de optimizar el rendimiento de Dembelé, la incertidumbre persiste en el Parque de los Príncipes, y el tiempo no corre a su favor. Esta temporada se torna crucial para el delantero francés, quien enfrenta la tarea de demostrar su valía y justificar la inversión realizada por el PSG.